Mitología griega: Zeus volver


Empecemos por Zeus, algo así como el Jupiter Romano o el Batistuta de la Fiorentina.

Parece ser que el nombre proviene del sánscrito "dyans", "div", cielo, dia; en el latín "dies". Pero procede con mucha imaginación. Señor supremo que provoca las tormentas y tempestades, pero también mantiene el orden y la justicia en el mundo; reparte las gracias y las desgracias. Cuentan que en la puerta de su palacio habia dos palanganas de la época -ánforas-, una con gracias y la otra ya te imaginás. Según el humor que tenía al levantarse regaba con una o con otra. Nosotros ya sabemos de sus preferencias...

Hablemos de su familia, que no era precisamente la familia Telerín. Su papá era Cronos y su mamita era Rea (y no estaba presa). Parece ser que le debe doblemente la vida a su madre. Una por haberlo parido. La otra por haberlo salvado de su padre. Parece ser que Cronos tenía la fea costumbre de devorar a sus hijos apenas nacían. La buena de Rea le dió al drepa una piedra envuelta en pañales. Y parece que se lo tragó.

Había que sacarlo de la casa, que una vez pasa, pero Cronos no era boludo. Su mamita lo mandó a una caverna de Creta, donde lo cuidaron los Curetes, una especie de sacerdotes-soldados a su servicio. Los libros de mitología no redondean cuando hablan de "servicios", tan pudorosos estos intelectuales. Yo pienso, sin temor a equivocarme, que eran servicios "completos" (que gusto no puede darse un dios, diosa en este caso?).

Estos curetes, a falta de supermercados y en honor a las buenas costumbres, le daban leche de cabra. La cabra se llamaba Amaltea.

Superada la infancia, siendo un dios como era, y en plena esfervesencia adolescente -y eso que de Edipo aún nada de nada- decidió quitarle el poder a su padre. Zeus empezó a pensar. Mucho no podía, que no se puede todo en la vida. Le ayudaba Metis, que ostentaba el título unificado de La Sabiduría, categoría Junior (la sabiduría no envejece!).

Necesitas ayuda, Zeus, yo te la daré. Y le dio una pastillita. En cuanto la tome, vomitará hasta el apellido, aunque no lo tenga. Al menos saldrán tus hermanos, que en deuda contigo te podran ayudar. Gracias, dice Zeus. Mientras tanto se pregunta si Cronos masticaba mucho antes de tragar.

No tenía sentido rescatar a sus hermanos en un estado tan lamentable. Esta pesadilla -la de si masticaba o no- se aclaró el día en que salieron enteritos y de a uno en fondo. Que alivio, exclamó Zeus!. Lo mismo, exclamaron sus hermanitos!.

Diez años duró la goma. Al final en reñido combate se impusieron "Zeus y Los Olímpicos" contra Cronos 6-2,6-4 y 6-0. Por más que tengas el tiempo a favor, nada se puede con el estómago vacío.

Zeus dice que echa a suerte el poder. Pero ya sabemos que el que parte y reparte se queda con la mejor parte. Los demás tampoco tenian mucho para negociar.

La cosa quedó mas o menos así: Zeus, capo di tutti los capi; Poseidón, al agua; Hades, el mundo subterraneo (se dice que exclamó: primero en la panza de mamá, luego en la de papá y ahora bajo tierra; es que nunca voy a poder ver el sol???? Noooooo! contestaron sus hermanos. Bueno, digo ella).

Zeus tenía el poder absoluto sobre el universo. Y quien dice universo (ya lo decía el psicoanalista vienés) dice Mujeressss (sino, para qué?). Muy amplio de criterios, parece que no discriminaba a nadie. Ni diosas, ni mujeres (lo hace como los dioses, decían ellas). Pese a todo, sentó cabeza y se casó. Muchas veces. Pero quien yace con mujeres, hijos hace. Cuando vio a Metis, su amada esposa embarazada, se dijo: cuando crezca el pendejo me liquida. Me lo morfo y listo, pensó en un primer momento. Y si ella me da una piedra y repito mi triste historia familiar? Meditó un rato y solucionó el problema: Se zampó a Metis embarazada. Dos pájaros de un tiro pensó, orgulloso de su idea. Voy a llegar lejos, voy a llegar lejos y se durmió en una larga digestión. Este parece el principal inconveniente de almorzar hijos (en esta caso con envoltura de madre); caen pesados.

Pero los errores se siguen cometiendo y Zeus se volvió a casar; esta vez con Temis. (parece que le gustaban los juegos de palabras Metis-Temis; obviamente nada de rima con Zeus) A sus hijas las llamó Horai (las horas, en honor a su abuelo, Cronos) y fueron: Eirene (la paz), Eunomía (la disciplina) y Dike (la justicia); y también a las Moiras (les decias Las parcas, por lo tímidas), encargadas de regir los destinos de los hombres; las tímidas no pudieron gran cosa...

Recordemos que es un dios. Mas allá del bien y del mal (acuerdensé de las palanganas) y entonces reincide y se casa otra vez. Le tocó a Dione, de este amor nació Afrodita, un amor de nena aunque un tanto descocada. Siguió teniendo hijos, hubo que agregarle más de una página a su libreta de matrimonio. Con Eurínome, hija del océano, tuvo a Eufrósine y Talía (la que canta no!); con Mnemósine (la memoria) a las musas; con Leto tuvo a Artemis y Apolo. Ya que estaba su hermana Hera cayó en la volteada, más de una vez, y nacieron Hebe, Ilítia y Ares. Cuando Hera ya era una diosa de tetas caidas y caderas flojas (ya no era lo que Hera!), fue a probar suerte con su otra hermana, Deméter. Y parece que tuvo suerte y nació Perséfone.

Ya hizo estragos en el cielo y a un tris estuvo el macho Poseidón, que se salvó nadando. Cambió de aire y por las noches bajaba a la Tierra. No hay una sola región del Peloponeso a salvo. Puede que este sea el origen de la famosa homosexualidad griega. No hay pruebas por la obvia razón de no haber descendencia; las traducciones escolásticas borraron todo rastro de esta posibilidad. Sigamos con las mujeres: Todas las legendarias familias presumen, y con razón, un antepasado fruto de los amores con Zeus. Las no tan legendarias, aunque no lo presuman, mal que les pese, lo tenían.

Una anécdota curiosa. Se dice que muchas de las uniones de Zeus tuvieron lugar bajo formas animales. Los estudiosos dicen que para escapar de los celos de sus esposas. Yo creo que una cuestión de escapar de la rutina y una pizca de morbo. Ya sabemos que él elije la palangana. Con forma de toro sedujo a Europa, con la de cisne a Leda, y en lluvia de oro -o dorada- para conquistar a Dánae. A cada cual con su gusto.

Zeus era el símbolo sobre las fuerzas incontroladas de la naturaleza. Incontrolado él, pero más divertido.

Tanto en Grecia como fuera de ella lo querían y levantaban santuarios. Y él también los quería.

Pero parece ser que el poder de Zeus, a diferencia de otros dioses, eclipsa. Demasiada joda para un dios; no hay cuerpo que aguante. A pesar de lo que diga, no era ni omnisciente ni omnipotente (hay testimonios), hubo quienes se le opusieron con éxito y hasta lo engañaron, como lo hacen Poseidón y Hera. Incluso el destino aparece como mucho más poderoso que él.

Su porte es impresionante: lleva una coraza de piel de cabra con escamas y serpientes entre los bordes; su animal emblemático es el águila, la encina su árbol favorito. Su piedra el ónix y su número de la suerte pa la quiniela el 34.