- Escuchame ¿no viste mi cartera marrón? - Si, la vi muchas veces. - Me refiero a si no viste donde está. - ¿La perdiste? - No, sin embargo no la encuentro. - Si no la encontrás, es que la perdiste. - No, a lo mejor me la robaron. - Yo no fui ¿Sospechás de alguien en especial o de alguien en particular? - Creo que fue la sirvienta. - No creo, a ella la robaron hace un mes. - ¿Y que tiene que ver? - Que si ella es víctima, tambien sea ladrona? O es victima o es ladrona. Al menos en las películas es así. - Yo vi una película donde robaban a un ladrón. - Entonces debe ser ella, vamos a su casa. ¿No viste las llaves de mi coche? - No veo ni las llaves, ni veo a tu coche. - ¿Tambien te robó tus lentes? - No, creo que también se robaron tu coche. - No puede ser, lo compré hace un mes apenas. - Eso no importa. Yo había comprado mi cartera hace quince días y me la robaron. - Es un ladrón que roba cosas nuevas. - Debe ser un niño. - ¿Será el hijo de la sirvienta? - Ella nunca se casó. - Pero puede tener un hijo. - No lo había pensado, tenés razón. Quizás nunca se casó porque sus novios descubrían que era una ladrona. - Y hasta capaz que le robó algun novio a alguna amiga. - No lo dudo ni un poco ¿Sera robado su hijo? - Y, siendo como es, yo creo que sí. - ¿Robará cosas para ella o para venderlas? - ¿Para que va a querer ella un coche, si no sabía manejar? - O sea que roba para vender. - Sí, creo que sí... pero nadie vende un coche robado así como así. Tiene que tener contactos, otra gente. - Debe formar parte de una organización. - Esas organizaciones los llevan a otras provincias, otros países y los venden con papeles nuevos, permiso de circulación, placas... - Pero... eso no lo pueden hacer si no tienen gente metida en el gobierno, que le consiguen sellos y papeles, de todo... - ¿A vos te parece que ella ande en eso? - Y ¿No viste la cara de santita que tiene siempre? - Sí, así como de demasiado buena ¿no? - ¿Que hacemos? ¿La echamos? - ¿Estás loco? Pueden tomar represalias. Se enoja, o se da cuenta que la descubrimos, le cuenta a sus jefes y nos mandan un par de tipos y nos hacen mierda. - Nos conviene quedarnos con ella. Eso, de alguna manera, nos protege. Yo prefiero que esté ella robándonos, que la conocemos y no que nos manden a alguien que entre por la ventana. Yo no quiero correr ese riesgo. - No, por Dios, eso ni pensarlo... ¿Y que hacemos si se quiere ir a trabajar a otro lado? - ¿Por qué? ¿Te dijo algo? - No, pero el otro dia la noté con una cara medio así... - ¿Como "así"? - Y, medio como así ¿viste? Como cuando uno anda pensando algo. - La puta que lo parió... eso es lo único que nos faltaba. - Tenemos que convencerla de que no se vaya. - Aumentémosle el sueldo. - Pero, si estábamos ahorrando para las vacaciones... - No las hacemos, escuchame ¿O vos preferís que entre un tipo por la ventana y te pegue un tiro? - Ni hablar. El dinero se recupera, pero la vida no... aumentémosle, total, ya veremos a donde podemos ir, o en todo caso nos vamos el año que viene. - Si... y la llevamos a ella, cosa que uno pueda viajar tranquilo y no con el miedo de que te roben acá o allá. - Por supuesto. - Ajá.
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