El argentino más famoso volver


Había un tipo que se llamaba Matoruti. Era un tipo gris. Trabajaba en Sevel Argentina, en la línea de montaje de autos. Todas las mañanas el tipo llegaba y se cambiaba, tomaba un destornillador y a medida que pasaban los autos ajustaba un tornillo ubicado sobre la puerta del conductor. Algo sencillo, mecánico y tonto. Pasaban los autos y atornillaba un tornillo. Ocho horas, todos los días.

Un día, Macri (dueño de Sevel) junto con Mitterand (entonces, presidente francés) fueron a visitar la fábrica. Cuando llegan a la línea de montaje a Mitterand se le abrieron los ojos muy grande y gritó:

- Matoruti!!! ¿Cómo estás?!

Los ojos de todos los empleados y ejecutivos se abrieron incrédulos, y Macri no entendía nada.

- Mitterand! Viejo amigo! - dijo Matoruti.

Se acercaron y se abrazaron. Entonces Mitterand le dijo a Macri:

- Muy bueno todo, pero me voy a tomar algo con Matoruti. Chau.

Y Mitterand se fue con Matoruti y nadie lo podia creer. El tiempo pasó y Matoruti volvió a su mecánico trabajo. Pasaban los autos y su función era atornillar un tornillo específico.

Pero un día llegó Clinton y fue a ver la fábrica, llevado por Macri. Estaban viendo la fábrica, cuando de repente Clinton ve a Matoruti:

- Matoruti!!! - gritó Clinton y corrió a su encuentro.
- Billy!!! ¿Cómo va eso, ahora que sos importante? - gritó Matoruti.

Se abrazaron ante la incrédula mirada de todos y juntos se fueron a charlar de la vida. Macri no entendía nada y al día siguiente decidió llamar a Matoruti. Matoruti fue y se sentó.

- Escúcheme, usted conoce a Mitterand, a Clinton, ¿cómo es que está aquí? - preguntó Macri.
- Bueno, conozco mucha gente que ahora es importante.
- Bueh, se agrandó...
- No, en serio. Se lo juro por mi amigo el Papa.
- ¿El Papa?!... ¿conoce al Papa? - pregunto Macri sin poder creer lo que oía.
- Pero si con Karol somos carne y uña. - dijo Matoruti.
- Y... si yo lo llevo a El Vaticano... ¿Ud. me lo presenta?
- Pero, por supuesto!

Y así fué como Macri y Matoruti viajaron a Italia. Cuando llegan, se encuentran que el Papa salió en el Papamovil y está saludando a una multitud. Cuando pasa frente a Macri y Matoruti, el Papa se estremece, ordena que detengan el vehículo y grita:

- Matoruti!!!, Vení!...

Matoruti va, se abraza con el Papa y hace el resto del recorrido a pie. Macri, mientras, ve como su empleado se va y no lo puede creer. Esa noche, Matoruti durmió en el Vaticano y Macri en un hotel, enojadísimo por haber perdido la oportunidad de conocer al Papa.

Al día siguiente, el Papa hablaba en la Plaza 'San Pedro'. Lleno de gente y entre estos millones de tipos Macri. Sale el Papa, saluda, y de pronto, en el balcón, al lado del Papa estaba nada más y nada menos que Matoruti. Macri no lo puede creer. Mira a Matoruti al lado del Papa y no lo puede creer. Estaba contemplando esto, incrédulo, cuando se le acerca un par de japoneses, lo saludan y le dicen:

- Disculpe, señol, podlía informalnos ¿quién es el homble de blanco al lado de Matoluti?...