Leyes raras de algunos países del mundo volver


Nadie se imagina que en algunos países de este planeta se tengan leyes, impuestas por las autoridades de cada lugar, tan insólitas que son hasta difíciles de inventar. Son reglas que de alguna manera impiden realizar cosas que uno nunca pensaría realizar, cosas ridículas, cosas insólitas.

Por ejemplo, si usted planea visitar Australia, deberá tener en cuenta un dato para no tener problemas. Está prohibido untarse pomada negra para zapatos en la cara. Lo que no aclara es si se pueden utilizar otros colores que aviven más el rostro. En una localidad del mismo país, cambiar una bombita de luz quemada sin ser electricista lo puede conducir directamente a la cárcel.
Otra de las cosas que se tiene que prever a la hora de ir a Australia es que, si va a algún bar a tomar algo, los dueños del negocio están obligados a darle bebida y comida a su caballo. Ahora sabe que puede pasear cabalgando tranquilamente por las calles, sin tener que preocuparse por las necesidades de su animal.

Pero no sólo en Oceanía hay leyes insólitas. En Inglaterra es ilegal colgar la cama de la ventana. Parece que tendrá que buscar otra forma de secarla. Francia, en cambio, posee una ley que prohíbe bautizar a un cerdo con el nombre "Napoleón".

En Israel parece que la falta de educación es una falla bastante grave, ya que está terminantemente prohibido meterse el dedo en la nariz. Y en las playas de una localidad de la zona no le permiten a la gente llevar osos. ¿Se podrá entrar por ejemplo con un león?

Aunque usted no lo crea, en todo el territorio de Canadá es ilegal quitarse una venda en público, tal vez les de asco, quién sabe. En una de las localidades del mismo país, cuando uno estuvo preso y lo liberan tiene derecho a pedir un arma de mano con balas y un caballo para poder huir de la ciudad.

Si una persona no es inteligente, no podrá inscribirse en la Universidad de China, porque no se lo permiten. Qué manera sencilla de reducir alumnos, ¿no?.

Una ley en Dinamarca establece que antes de poner en marcha el auto hay que ver si andan las luces, los frenos, el volante y la bocina. Hasta ahí parece algo dentro de todo normal y hasta necesario, pero una vez que uno ya revisó todas esas cosas debe bajar del auto, agacharse y mirar si debajo del vehículo hay algún niño escondido. Y sí, a veces los chicos juegan en lugares inesperados.

Y bueno, cada uno con sus cosas. Lo que se recomienda, más ahora que se conocen estas leyes, es que antes de rascarse la nuca o respirar, controle la legislación de su país para no tener ningún tipo de sorpresa.