Un asesinato perfecto volver


Hola, antes que nada, desearía presentarme, me llamó Murphy, Paco Murphy, y estoy escribiendo este manual desde mi escritorio en la prisión de Nidiosefuga. Estoy en el corredor de la muerte y estoy esperando mi ejecución. Si algún día están en mi situación, habrán cometido algún error en su plan ¿ok?.

Les explicaré mi historia como preámbulo y como ejemplo de lo que JAMAS se debe hacer al cometer un crimen, así mi experiencia será de utilidad para las jóvenes promesas.

Yo me casé por dinero, era pobre y envidiaba enormemente la vida de las personas con dinero, quería llegar a ser como ellos, a cualquier precio, así que me propuse conseguirlo y lo conseguí. Me casé con una joven heredera, era más fea que la bruja de Blancanieves, pero tenía dinero, mucho dinero.

Pronto desperté y me dí cuenta de que no era feliz, me daban ganas de vomitar cada mañana al despertar al lado de aquella mujer, sus chistes me daban dolor de cabeza y su comida me producía úlcera, así que muy pronto comencé a pensar en asesinarla. Me pasé cinco largos años elaborando lo que iba a ser un plan perfecto, intentaba calcular todos los riesgos, todas las situaciones, todos los imprevistos, pero eso es imposible.

Llegó el día de la verdad, tenía un plan innovador, diferente, nada de los típicos asesinatos de la tele, no podía fallar, era perfecto, mi mente calculadora y maléfica no podía fallar esta vez. Me acerqué a su coche, un Twingo recién comprado, e intenté cortar el circuito del líquido de frenos... 'Maldición', me dije, 'Pero si es de metal!' y así falló mi primer intento.

Al segundo intento fuí más preparado, empecé a cortar el tubo con una sierra y lo conseguí, guardé la sierra y observé con una sonrisa en la cara como mi esposa montaba en su utilitario. Pero fracasé... cuando perdió un nivel considerable de líquido, se dió cuenta, redujo la velocidad hasta llegar a la primera y paró con la ayuda del freno de mano. Sin duda no me iba a resultar tan fácil como creía. Me costó bastante explicarle al mecánico por qué estaba serruchado el circuito del líquido de frenos, pero una suma considerable le disipó una gran cantidad de dudas.

Llegó la hora del tercer intento, veneno, tomé todas las medicinas que teníamos por casa que decían algo como "en caso de sobredosis llamar al servicio de toxicologia..." y preparé un batido para mi mujer. Pero en cuanto probó aquella mezcla de fármacos, empezó a tener arcadas y vomitó sobre mí.

Esperaré al cuarto intento pensé y decidí ponerlo en práctica, simulé un viaje de negocios, tomé un billete de avión a mi nombre y embarqué a un vagabundo (que resultó ser un agente de policía de incógnito) en mi vuelo. Después intenté entrar en casa por la ventana pero no la conseguí abrir, así que probé a romper el cristal, pero estaba muy duro, así que tomé mis llaves y entré por la puerta... Mi esposa había instalado una alarma y empezó a sonar al momento de haber entrado, yo me sobresalté y en cuanto reaccioné estaba rodeado de policías, me llevaron detenido, pero me pusieron en libertad en cuanto mi mujer dijo que yo era su marido.

Quinto intento, estaba a su lado en la cama y ella roncaba, y en un arrebato de pérdida de paciencia, tomé mi almohada y presioné con ella su cara. Ella actuó con un acto reflejo, golpeando mis partes (sin despertarse) y dejándome completamente K.O. yo estaba en el suelo retorciéndome de dolor mientras ella roncaba a gusto.

Sexto intento, estaba en la cocina preparando un bocadillo de paté de delfín sureño y pasó delante mió, se acerco a la heladera, tomó el Tetra Brick de jugo y empezó a beber directamente de él, ya le había dicho la rabia que me daba el que hiciera eso, pero jamás me hacia caso, no se qué sucedió, perdí el control estaba acercándome a ella con el cuchillo en la mano, ya está, lo conseguiré, la mataré sí... pero no... cuando intenté clavarle el cuchillo bajó el cartón y atravesé un cartón de jugo de primera calidad.

Electroshock, sí, con un electroshock lo conseguiré, ese será mi séptimo intento, le preparé un baño con sales y le puse la radio al lado de la bañera se metió dentro y en cuanto estaba en el agua le tiré la radio encima. Ella gritó, yo sonreí, creí que ya estaba, pero ella me dijo 'Pedazo de idiota, mojaste la radio y se debe haber jodido... y suerte que no estaba enchufada que si no!'. Mierda! olvidé que funcionaba con pilas... :-(

Ya no puedo más, debo matarla, solo pensaba en eso, continuamente, por la calle, en el trabajo, durante la comida, en la cena, cuando le metía los cuernos, cuando conducía, a toda hora.

Decidí contratar a un profesional, pero no sabía como encontrarlo, busqué en las páginas amarillas y encontré "exterminadores", así que llamé al primero, le expliqué que quería matar a mí mujer y me colgó, llamé al segundo e hizo lo mismo y el tercero me dijo que eran exterminadores de plagas, bichos y demás, que lo que yo necesitaba era un asesino y que eso no lo encontraría en las páginas amarillas... Así que decidí ir a un bar de mala reputación y hablé con el camarero, con un ataque de risa, me hizo comprender que buscaba en mala dirección, acudí a otro bar y me acerqué a un tipo con muy mala pinta, le expliqué el plan y con una placa de policía en la mano me sugirió que me fuera a dormir. Y al final, en el barrio chino encontré a mi salvador...

Era un tipo bastante feo, de unos 40 años de edad, calvo, con bigote, bastante rechoncho, ojos negros, mediana estatura y un horrible aliento. En cuanto le expliqué su trabajo, me aseguró que él era el mejor, que no me preocupase y que le pagase por adelantado, a lo que yo me negué (no soy idiota) así que solo le dí un 75%, 3.750.000 y me preguntó día y hora, le dije el siguiente jueves a las 10 de la noche, yo estaría en Gotham City en una fiesta de Bruce Waine y ella estaría haciendo sus clases de aerobic con la María Amuchástegui, le pasé la dirección y me fuí a casa con una felicidad que no cabía en mi interior.

Llegó el día, yo estaba en Gotham City, intentando llamar la atención de todo el mundo, tiraba vasos encima de la gente, me metía el dedo en la nariz y me puse a cantar una jota. Y mi esposa hacía sus ejercicios, todo según lo previsto si no fuera que el asesino estaba entrando en otra casa, se había confundido de casa y estaba entrando en casa de los vecinos, en casa del señor juez. Se acercó a la señora del juez y con un cable de acero la estranguló hasta la muerte, su marido escuchó un corto grito y bajó rapidamente, viendo perfectamente al asesino, éste desconcertado huyo despavorido.

Cuando volví a la ciudad, el juez ya había identificado al asesino, le había juzgado en otra ocasión, ya le habían detenido y él habia confesado quien le había pagado. Me detuvieron y alucinados al no encontrar motivos por los que yo quisiese matar a la señora del juez me encerraron de modo preventivo hasta el juicio. Me juzgó el marido de la víctima y no fue muy blando conmigo, solo le faltó escupirme y me condenó a la silla eléctrica y en fín, aquí estoy.

La verdad es que sería feliz si la maldita de mi esposa no me viniese a visitar todos los días y no me trajese esos pasteles que ella hace que no los quieren ni mis compañeros más hambrientos.

Bueno, volvamos a la actualidad. Para que no cometan los mismos errores, les voy a dar un par de consejos que he aprendido en mi estancia en este disciplinario.

Para que no te vinculen con un crimen, lo mejor es no estar vinculado, no conocer a la víctima, no haberla visto jamás, no haber tenido contacto ni con ella ni con ningún conocido, etc...

Para provocar la muerte de una persona, se debe actuar con fuerza y sangre fría, si vas con miedo e inseguridad, jamás morirá y es posible que te mate a tí, sin ninguna piedad.

Los métodos mas antiguos no son menos eficaces, un estrangulamiento con las propias manos, es costoso (provoca un gran esfuerzo) pero eficaz (una vez la hayas palmado, no resucita).

La tecnología es fabulosa, un explosivo en el control remoto del televisor, puede hacer milagros (ver 'El Especialista').

A la hora de buscar un profesional para hacer un trabajo, debes dirigirte a su entorno, por lo tanto, ¿dónde buscarás un asesino? evidentemente, en la cárcel. Claro, que si está encerrado, quizás no quiera trabajar para tí, así que puedes buscar uno libre, para eso pregunta a un abogado (si es bueno, mejor).

Y por último, si bebes no asesines, el alcohol, puede resultar contradictorio a la hora de matar a alguien que no seas tú.