La huelga fue un éxito volver


Reclamando lo que es justo.

El domingo 7 de noviembre de 1999 se organizó una huelga telefónica en Argentina, en reclamo de una tarifa plana para el acceso a Internet.

Al día siguiente, salimos a recoger testimonios por la calle que demuestran que fue un rotundo éxito, contrariamente a quienes pensábamos que convocar a una huelga en domingo era una pelotudez.
El que no haya habido cobertura en los medios lo ratifica. Esto no se debe a que no la hayan apoyado, sino todo lo contrario; los periodistas asignados se plegaron a la huelga, negándose a atender el interno del diario al que el jefe de redacción los llamaba para que entreguen la nota de una puta vez.
Con ustedes, los encuestados:

  • El domingo a mi vieja le agarró un infarto. Al principio no quisimos hacer el llamado por la huelga, pero al final fue más fuerte que nosotros y llamamos al SAME, que nunca nos atendieron. Ahora mi vieja está muerta y mañana la entierran. Aguante el hacking.
  • Yo me quería sumar a la huelga pero me enganche hablando con el 0600 de Silvia Suller desde el sábado, y recién me di cuenta el lunes por la tarde cuando el teléfono se derritió. Disculpen muchachos, no era a propósito.
  • La huelga me pareció tan pelotuda que me desperté a las seis de la mañana para hacer llamados y no paré hasta las 11 de la noche. Incluso mientras comía apretaba el redial, hasta que me dejaron de atender. Despues me dediqué a llamar a todos los Pérez de la guía. Qué bueno que el domingo hay promo con las llamadas de larga distancia, así también pude darme una vuelta por los locutorios para buscar en las guías del resto del país a todos los demas Pérez y llamarlos también.
  • Yo apoyé la huelga y me puse firme para que en casa todos la respetaran. El pibe se me puso a hablar por el walkie-talkie, así que se lo reventé a martillazos y lo encerré en el baño. Como no paraba de llorar lo tuve que liquidar.
  • Yo no me sumé a la huelga porque me quiero levantar a la chica de la propaganda del teléfono ese con tarjeta, pero cuando llamo al número que ponen en el aviso no me quieren pasar con ella.
  • Somos empleados del SAME. El domingo nos plegamos a la huelga y decidimos no hacer llamadas y no atender ninguna que llegue. Resulta que se la pasó llamando como media hora un pelotudo que parece que no sabía de la huelga. Para que se deje de joder, al final tuvimos que desconectar el teléfono.