En este momento de tanto dolor, solamente las frías estadísticas nos dejan en claro cuáles fueron algunos de los principales factores que provocaron el fracaso y la trompada tremenda a la ilusión que todos los argentinos recibimos en la fría madrugada del 12 de junio de 2002.

• CARREFOUR:
  Sponsor, casualmente, de Francia y Argentina. Yeta oficial de la copa del mundo.
  
  
• TULA:
  Portador de la buena onda menemista.
  
  
• ALDO DUSCHER:
  Por marcar como un pelotudo y no saber quebrar a un tipo como corresponde.
  
  
• LA PELOTA:
  Por enojarse con los argentinos y empeñarse en no entrar en los arcos rivales.
  
  
• YPF:
  Por hacer enojar a la pelota, deteniéndola en el aire para presionarla con boludeces demagógicas.
  
  
• NIGERIA:
  Por no tener huevos para hacerle 2 goles a Inglaterra y darle una alegría a millones de ciudadanos... argentinos.
  
  
• EL BOLILLERO DE LA FIFA:
  Por no tirar en el grupo F la bolilla de Arabia Saudita o Polonia y por asignarle a Brasil una zona donde solamente faltaban Yupanqui y Defensa y Justicia.
  
  
• DIEGO DELLA SALA (Notero de CQC):
  Por abrir un paraguas en el salón de la conferencia de prensa previa a Argentina-Inglaterra, sin tener en cuenta el pelotudo de que quien tenía mala suerte era el que lo abría.
  
  
• QUILMES:
  Por hacer una canción pegadiza que resultó siendo una mufa enorme.
  
  
• BRASIL:
  Por ser el eterno candidato del establishment y de los negociados de Joao Havelange.
  
  
• COREA Y JAPÓN:
  Por ser cabeza de serie, ocupando dos lugares que podrían haber sido de Inglaterra y Suecia.
  
  
• ITALIA Y SUECIA:
  Por practicar el antifútbol y clasificarse de pedo.
  
  
• LA FÍSICA:
  Por el principio que no permite que dos objetos ocupen un mismo lugar en el espacio: Batistuta y Crespo.
  
  
• BIELSA:
  Por el empecinamiento y no aceptar que puede equivocarse (síndrome del Führer Passarella).
  
  
• LA LEY UNIVERSAL DEL FÚTBOL:
  Los goles que no se hacen en el arco contrario, se sufren en el propio.
  
  
• JUAN SEBASTIÁN VERÓN:
  Por la paja galopante, demostrada especialmente en los últimos minutos de Argentina-Suecia, cuando iba a patear los corners caminando como si estuviera jugando un partido de golf.
  
  
• DIOS:
  Por no darnos otra mano desde el '86 (ni en fútbol, ni en nada).