Oda chota volver



Todo loco que hace verso
se lo dedica al amor,
a la novia, al coliflor,
al más bueno, al más perverso,
pero, por aquí me tuerzo
y saliendo de la ruta
hago un verso a la minuta
dedicándoselo al choto,
póngale música el orto
y tóquelo una gran puta.

El choto según la Biblia,
por obra del Padre Eterno,
es un capullito tierno
que traemos al nacer
y luego empieza a crecer
en distintas dimensiones:
los hay gruesos, cabezones,
finos, largos o muy ñatos,
otros que se quedan chatos
pegadito a los cojones.

El choto que es un juguete
para la más tierna infancia
comienza con arrogancia
a levantar el copete
pero, el travieso purrete,
empieza a las sacudidas
y va aprendiendo enseguida
el juego del "sube y baja"
que termina en flor de paja
pensando en alguna mina.
Ya siendo joven de agallas
se siente de pelo en pecho
y entra a tallar derecho
por el amor a la raya,
arma bronca dónde vaya
y si se siente ofendido
arremete bien erguido
y para lavar la ofensa
deja una concha sangrienta
o un ojete mal herido.

Atorrante y vagoneta
vive en un monte escondido
y se refugia en el nido
de una peluda cajeta,
es mañero y es sotreta,
su fama es reconocida,
es el rey de la guarida,
se divierte, le hace fiestas
y si la argolla contesta
la caga de una escupida.

El choto es flor codiciada
por su porte distinguido,
¡es hermoso un choto erguido
con su testa colorada!,
por eso es un cagada
que el dueño muy placentero
lo sentencie prisionero
por la ley del casamiento,
sometiéndolo al tormento
de tapar un solo agujero.
Pobre choto que macana,
lo metieron en prisión
poniéndole condición:
¡¡¡Dos veces a la semana!!!.
Por esto es vulgar banana
que la pelan con finura;
se acabaron las posturas
de la silla, el caballete,
de la almohada en el ojete
con las piernas levantadas.

Él no es fulano de tal,
no lo nombren de ese modo
porque tiene más apodos
que el más feroz criminal:
le dicen garchabagual,
verga, chipote, belín,
la poronga, el salamín,
el tiento, la colorada
y una boluda embobada
lo llama "Mi pirulín".

El choto que llega a viejo
no tiene jubilación,
se refugia en un rincón
en medio de los pendejos
y enfundado en el pellejo
es un muerto que camina,
es flauta que desafina
cuando quiere dar la nota
y ya no le da pelota
ni la más puta cochina.

El choto ha hecho historia
y aquí le rindo homenaje,
lleven siempre en la memoria
el recuerdo que les traje.


ANÓNIMO