Tras un agudo cuadro de melancolía pronunciada, Melisa Berstein dejó de existir en la madrugada del martes último en el Hospital Pirovano, en compañía de sus dos colegas y amigas de toda la vida: Alejandra Varela y Rosario Sicardi, quienes se rehusaron a efectuar declaraciones. Melisa -considerada por todos el cerebro del grupo- comenzó su carrera ordeñando vacas en la granja de su tío, adquiriendo una experiencia insuperable que le permitió -en la cumbre de su arte- obtener leche, mirando fijamente a las mismas al tiempo que pronunciaba la palabra "Coooto".

Las tres niñas en su temporada 74-75, éxito de crítica y público. De izq. a der.: Alejandra Varela, Melisa Berstein y Rosario Sicardi.

Saltó a la fama cuando se unió a Alejandra y Rosario -que venían de posar como isotipo para una casa de lencería- formando el célebre trío que haría las delicias de grandes y chicos.
Alegrando con sus sonrisas la mesa familiar argentina, las tres niñas supieron ganarse un espacio en la cultura popular sin caer en la chabacanería o el desnudo -justificado o no- en un solo cartón o sachet que se tenga memoria.
Vistiendo las clásicas faldas acampanadas y calzando sus típicos suecos que estilizaban sus agraciadas figuras, las chicas cosechaban piropos de la platea masculina asistente a las demostraciones de productos que ellas mismas organizaban para presentar un nuevo yogurt que les salía rico.
Las reuniones comenzaban generalmente con una introducción a la historia del cuajado en los lácteos a cargo de Melisa, continuaban con un psicodrama desarrollado por las tres con la participación del público, en el cual se representaba el instante del saborizado a que era sometido el yogurt virgen, para luego finalizar con una suelta de quesos bola. Precisamente fue en una de esas reuniones en donde Melisa conoció a quien posteriormente se convertiría en la causa de su desgracia: Roberto Sánchez, joven reportero con el que vivió un apasionado romance que terminó intespectivamente, arrastrando a la joven hacia un pozo depresivo que finalmente acabaría con su vida.
Melisa ya no está entre nosotros, pero su memoria se mantendrá siempre fresca y pasteurizada gracias a Alejandra y Rosario, quienes se comprometieron a continuar trabajando juntas en homenaje a su labor.

Alejandra y Rosario saliendo del Hospital Pirovano, luego de conocida la triste noticia.

-"No podíamos seguir así"

Roberto Sánchez, el verdadero amor de Melisa, explica el por qué de la ruptura: "Ella jamás se separaba de las otras dos. Iban a todos lados juntas del brazo. Justo era la del medio, así que como te podés imaginar no había un solo momento de intimidad. Cuando bailábamos, las de los costados se ponían celosas y no llevaban el ritmo. Para poder apretar teníamos que esperar a que se quedaran dormidas. Para colmo, la de la izquierda roncaba y hablaba en sueños sobre una capa de nata que la cubría. No podíamos seguir así. Le dí a elegir: o ellas o yo".


El testimonio del Doctor Salcedo

"El alejamiento de Sánchez la marcó definitivamente.
En los cartones de la leche chocolatada se comenzaba a notar cierta tristeza en su rostro. No comía nada y extrañaba mucho su Holanda natal. Empezó a interesarse por la palabra de dios y sentía que debía tomar los hábitos. Había bajado quince kilos y apenas se levantaba de la cama. Al poco tiempo decidieron las tres internarse en el hospital. Ellas estuvieron unidas hasta los últimos momentos".




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