Si yo tuviera... volver


Un tipo que vivía para su laburo, se encuentra en su negocio con un amigo. Éste le dice:

- Viejo, vos vivís para tu laburo, y nunca viviste realmente la vida. Dejate de joder, que te va a agarrar la parca y después te vas a arrepentir de lo que no hiciste. ¿Por qué no agarrás, te vas a un buen cabaret, te enganchás una buena mina y pasás la noche de tu vida?
- ¿Te parece?
- Si, loco!... en serio, viví ahora que podés!
- ¿Sabés que tenés razón?. Lo único que he hecho hasta hoy es vivir para amarrocar dinero y nunca me he dado un tiempito para esas cosas.
- Haceme caso... disfrutá la vida.

Esa misma noche, el hombre encara para un cabaret. Llega y se apoltrona en la barra. A los dos minutos tiene sentada al lado a una rubia despampanante que raja el piso. La rubia lo atraca:

- Papito, ¿por que no vamos a mi departamento y gozamos un poquito?
- Bueno, ¿pero cuánto me vas a cobrar?
- Mirá. Te voy a hacer vivir lo que nunca con mi COLITA por 150 dólares.
- Aaayyy! -exclama nuestro hoombre doliéndole el bolsillo, pero tentado por la proposición acepta.

Llegan al departamento, y luego de los preliminares, ella comienza a actuar y verdaderamente, hizo maravillas con la colita. Montada arriba de él, giró para la izquierda, para la derecha, arriba, abajo... el vago estaba loco y terminó ferozmente. Saca su billetera, y le entrega los 150 dólares. Ella le dice:

- Papi, por U$S 100 te hago volver loco con mi boquita.
- Pero si no doy más, estuviste fantástica realmente con la colita, pero me has sacado todo lo que tenía guardado!
- Jajaja! -ríe ella- Con mi boquita, en dos segundos estás hecho un toro de nuevo.

Ante tal proposición, el accede. La mina realmente ejecutó un solo de flauta dulce, clarinete, soplidos, quena tucumana y al vago no solo se le paró en medio minuto, sino que gozó como en su vida lo había logrado. Encantado pela la billetera y le entrega los $100 pactados y le dice:

- Mirá, vos aparte de hacer bien las cosas, sos una excelente empresaria!
- ¿Si? -contesta ella corriendo las cortinas de la ventana- Mirá... ¿ves aquel edificio de diez pisos ahí enfrente con parasoles de aluminio?
- Si, por supuesto.
- Es mío! Lo hice con la colita solamente. Y ¿ves el edificio de doce pisos que está al lado, con la pileta en la azotea? También es mío. A ése lo hice con mi boquita.

El vago, ya re-impactado le pregunta:

- A la mierda!... No puedo ni imaginarme que habrás hecho con tu vaginita.
- Querido, si yo tuviese vaginita ya sería dueña de Miami Beach!!!